sábado, abril 15, 2006

Palomitas, patatas y Cordones de calcetines

Esta noche me aburría bastante y no sabía qué topo de topic abrir en el foro este en el que últimamente posteo, así que me ha dado por hacer un ejercicio de esos de: ESCRIBE SIN PENSAR, y bueno, a veces me sorprende las cosas que me salen de la cabeza, me refiero a las interconexiones que tengo con los recuerdos y esas cosas. A ver cuando vuelvo a escribir que tengo esto más dejao de la mano de lol u_U

Le había dado tantas vueltas al asunto que acabé por marearlo como a una perdiz. La verdad es que a veces cuando crees que más cerca estas de encontrarte con alguna solución sale otra duda que lte lleva a otras dudas y a más salidas o simplemente muros, que al final acabas más perdida que el Topo Gigio en Amor a primera vista. Así que me acerqué al señor que vendía palomitas en la esquina de la calle de la piruleta y le pregunté, ¿se ha parado usted en contar el número de palomitas que ha vendido a lo largo de los años? No le parecería una dato importante? A lo que me respondió, oiga señorita, debo comunicarle que yo vendo palomitas por inercia mientras cuento los cordones de los zapatos de mis clientes, siempre que viene alguno lo contabilizo, según el color y la anchura.

Seguidamente me enseñó una libreta de marca centauro, (cosa que me recordó a mi querido colegio) era de cuadros y sin margen, y escrito en boli bic negro se hallaba el listado de todos los cordones que ese hombre había visto a lo largo de los años. En total eran 4.089.060 pares de cordones en 25 años.

Cogí mi cucurucho de palomitas y seguí pensando en ¿por qué el Fatal Portrait salió en el año 85?, y algunas otras preguntas del tipo, ¿qué piensan las ranas de los hombres? ¿por qué le pusieron al cuchillo ese nombre y no otro? ¿por que los humanos nos parecemos tanto a los cerdos en el rollo ese genético si en realidad venimos del mono? Hasta que de golpe me encontré con Petra, una amiga de la infancia con la que solía jugar a hacer patatas en el parque de al lado de mi casa.

Hacer una patata de arena era algo muy meticuloso y tenía una metodología importantísima a seguir sin olvidarse de ningún paso, primero debñías sacar arena finita , la que suele estar debajo de las piedrecitas típicas de los parques, luego la amontonabas en forma de patata, ibas rápidamente a la fuente a coger agua con la boca, le hacías un agujerito al motón de arena y echabas el agua, luego volvías a amontonar la 'patata' y lo recubrias de arena. Al cabo de un minuto o así debías quitar toda la arena seca y se quedaba hecha la patata.

La verdad es que no servía para nada practico pero así pasábamos grandes ratos, a todo esto, petra no se acordaba de mí o algo así que giró la cara, auqnue creo que si me recordaba pero le dio vergüenza saludarme o algo, cuando nos hacemos mayores todos nos volvemos muy raros y dejamos de conocer a gente que realmente conocemos.

Todo esto me hizo pensar en que dejaría de volver a pensar en contar palomitas, y me pondría a hacer un listado de la gente de la que me acuerdo desde que nací hasta que acabara el cucurucho de palomitas.

Emma García Artell